Había una vez un ratón que estaba constantemente asustado por el gato.
Un mago, que vio lo sucedido, se compadeció de él y lo convirtió en un gato.
Al ser gato, empezó entonces a temer al perro.
Por lo que el mago lo convirtió en perro.
Luego, comenzó a temerle a la pantera.
Así que el mago lo convirtió en Pantera.
Como pantera, le tenía miedo al cazador.
El mago, bastante cansado, se dio por vencido y lo convirtió de nuevo, un pequeño ratón.
Y le dijo:
Nada de lo que haga puede ayudarte.
Porque siempre seguirás teniendo corazón de ratón.
Dios ha dado a nosotros autoridad, para deshacer todas las obras del mal.
Somos una pantera, más infelizmente hay personas que se dejan vencer por el miedo.
Pues todavía adentro de si, se sienten como un ratoncito.
Tenga auto-confianza, use su autoridad, venza sus problemas.
Lucas 10:19
He aquí os doy autoridad de pisar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.