Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Lucas 19:5-10
Jesús vino salvar a los perdidos.
Cuando Jesús vio la fe de Zaqueo, de pronto lo recibió.
La mayor razón por el nombre de Jesús ser avergonzado, son los religiosos.
Cuando Jesús quiso salvar Zaqueo, ellos murmuraran.
El religioso siempre critica, nada está bien para el, pues sus ojos son malos.
Jesús no se importó.
Quien es de Dios, piensa igual al Señor Jesús, lo
que importa es agradar a Dios.
Y lo más fuerte.
Hubo salvación.
Por un solo motivo, la sinceridad de Zaqueo.
Jesús no necesito decir nada, Zaqueo solo tomo la decisión de abandonar el
pecado y empezar una vida nueva.
Cuando la persona busca a Dios con sinceridad, no es necesario obligarla a
hacer las cosas, ella sabe lo que debe hacer y lo hace de todo corazón, para su
Señor y salvador.