Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para ser sanados. La oración fervorosa del justo tiene mucho poder. Santiago 5:16 DHH
Este es un tema muy interesante.
Porque sabemos que nuestros pecados deben ser confesados a Dios.
Pero a través de este versículo la Biblia nos enseña a confesar nuestros pecados los unos a los otros, y la pregunta es ¿por qué?
Simplemente porque todo ser humano tiene que desahogar sus problemas, sus debilidades con alguien, no sólo con Dios para que pueda sentirse libre y suelto.
No es que esa persona, amigo, familiar o líder espiritual tenga poder para condenarlo o para absolver.
Simplemente confesamos para que podamos quitar el peso que está sobre nosotros.
Así también la Biblia nos enseña a orar uno por los otros, la misma pregunta por qué?
Simplemente para no nos sentirnos autosuficiente.
Es el viejo dicho solo vamos más rápidos, más juntos vamos más lejos.
Si practicarnos este versículo, la Biblia está diciendo que seremos sanados de cualquier herida, sea física o emocional.