Pregunta de Fernanda: Hola pastor, Tengo una duda y pienso que usted puede
ayudarme.
¿Es necesario ir cada domingo o fin de semana al culto?
No he podido ir y mi madre habla que es mal, pero yo pienso que no sirve ir
todos los fines de semana si no está bien para recibir lo que viene de Dios.
Me gustaría una respuesta, ya que esto me ha intrigado mucho!
¡Un abrazo y que Dios lo bendiga!
Pastor Responde, Fernanda
Si usted entiende que ir al culto todos los domingos es una obligación, no
vaya.
Si usted entiende que ir al culto todos los domingos es tonto, no vaya.
Si usted entiende que ir al culto todos los domingos es muy aburrido, no vaya.
Si usted entiende que ir al culto los domingos es pérdida de tiempo, no vaya.
Si usted entiende que no ir al culto los domingos es pecado, no vaya.
Vaya al culto todos los domingos, Fernanda, solamente en las siguientes
circunstancias:
Cuando usted entiende que ir al culto es una respuesta de amor a Dios por todo
el amor que usted recibe de él constantemente;
cuando usted entiende que es necesario alimentar su fe con la Palabra de Dios y
con el Pan de Vida que es Jesús;
Cuando usted entiende que usted participa en una gran familia y que cuando
usted no va su lugar está vacío en la mesa;
Cuando usted entiende que no basta tener fe, es necesario vivir su fe;
Cuando usted entiende que el domingo es el día de disfrutar de la familia, los
amigos, la vida, pero también es el día de disfrutar del maravilloso Dios que
la ama de todo corazón.
Sabe, Fernanda, seguramente usted ya debe haber experimentado aquella sensación
de que el culto no cambia.
Es todo igual, todo repetitivo, etc.
Recuerde, sin embargo, que su familia no cambia y usted la ama;
Su escuela es la misma, y usted la frecuenta;
Sus amigos son los mismos y usted no se cansa de ellos.
Usted va a escuchar también de mucha gente que ir al culto solo vale cuando la
gente tiene voluntad.
Yo también creo.
Pero también creo, querida, que debemos educar nuestra voluntad para querer
cosas buenas que nos hacen crecer, que nos hacen felices.
No dejando a nuestra congregación, como es costumbre de algunos; antes,
amonestándonos unos a otros; y tanto más cuanto ves que se va acercando aquel
día. Hebreos 10:25