Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús. Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados. Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios? Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Lucas 5:19-23 RVR1960
Todos sabemos que Dios hace milagros.
Esta historia es un gran ejemplo.
Esa multitud de personas buscaba una respuesta, un milagro.
Pero tenemos que entender que el milagro no ocurre de manera natural, requiere un esfuerzo de nuestra parte.
La Biblia dice que Jesús al ver la fe del paralítico realizó un milagro.
¿Como el Señor Jesús pudo ver la fe de ese paralítico?
A través de la actitud!
¡El Señor Jesús ve nuestra fe a través de actitudes!
Cuando no miramos las dificultades, no ponemos barreras, obstáculos, palabras negativas, sino que buscamos lo que queremos unidos con nuestro Señor Jesús.
Si enfrenta un momento difícil en su vida, esta es la receta del milagro.
No mire las dificultades, haga su parte y crea que Dios está viendo y obrará un milagro en su vida.
También vemos a través de esta historia la importancia de tener amigos en la misma fe.
Porque ese paralítico solo no podría alcanzar al Señor Jesús.
Así que valora a los amigos cristianos que tienes.
Amigos que siempre son alentadores, dan palabras de fe, palabras de motivación.
Pues estos amigos te ayudarán a conquistar el milagro a través de tu fe.
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