Que las misericordias del Señor jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡grande es tu fidelidad! Lamentaciones 3:22-23 LBLA
Si no fuera por el amor que Dios nos tiene y su infinita gracia y misericordia estaríamos completamente perdidos.
Porque en realidad por mucho que deseemos caminar en santidad, en perfección como dijo el apóstol Pablo somos seres humanos defectuosos y pecadores.
Y como cualquier ser humano tenemos nuestras debilidades, tenemos nuestros momentos difíciles, justamente en esos momentos se manifiesta la fidelidad, el amor y la gracia de Dios.
Por eso, en nuestras oraciones diarias no podemos olvidar nunca pedir perdón a Dios por todos nuestros errores y pedirle que su infinita gracia y misericordia estén sobre nuestras vidas cada día.
Porque si no fuera por su gracia y misericordia estaríamos condenados al infierno.
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