La Biblia habla de las finanzas, pues hay 2.350 versículos que hablan del dinero.
Tal vez porque Dios sabe lo importante que es el dinero para el hombre.
Se ha dicho que si tenemos un problema de dinero, nuestro problema no es de dinero, sino espiritual.
Entonces, ¿cuáles son los principios bíblicos sobre el dinero?
En primer lugar, debemos reconocer que Dios es la fuente de todo (Filipenses 4:19).
Siempre que necesitemos dinero, la oración es la respuesta, porque Dios siempre proveerá.
En segundo lugar, dar es esencial.
En Deuteronomio 14:23, uno de los propósitos del diezmo es alcanzar al pueblo de Dios para que ponga a Dios en primer lugar en sus vidas.
En tercer lugar, la Biblia anima a ahorrar (Proverbios 21:20).
El libro de los Proverbios utiliza la hormiga para ilustrar el valor del ahorro para los días difíciles.
En cuarto lugar, no te endeudes.
Proverbios 22.7 afirma que cuando una persona se endeuda, pierde parte de su libertad porque se convierte en un esclavo del acreedor.
En quinto lugar, aprende a estar contento.
Hebreos 13.5 nos dice que evitemos la codicia y aprendamos a contentarnos.
Sexto, aprende a presupuestar (Proverbios 23.23) Si vamos a ser buenos administradores del dinero de Dios, aprende a llevar un registro como si tuvieras un plan.
Sé sincero contigo mismo.
Y cuando aprendas a presupuestar correctamente, no te meterás en problemas financieros.
Por último, busca el consejo de Dios (Salmo 1.1) Antes de tomar cualquier decisión financiera importante, busca consejo.
Cuando aprendas a seguir estos principios eternos en tus finanzas, conocerás el gozo y las bendiciones que vienen de confiar y obedecer a Dios.
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