No orar, aunque sólo sea un día
No leer la Biblia, aunque sólo sea un día
No tener un corazón agradecido
No asistir a los servicios y participar en la obra del Señor
Dejar de dar prioridad a Jesús en tu vida
Dejar que la pereza se apodere de ti
Vivir lleno de dudas
Estar involucrado en chismes
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