Una mujer se mudo para un lugar nuevo.
Y luego en el primer día ella miro por la ventana y vio la vecina que colgaba, una sabana blanca en su patio para secar.
Y la mujer dijo a su marido, cuando tenga intimidad con la vecina, la voy a enseñar lavar ropa, pues mira como está sucia aquella sabana.
El marido oyó callado.
Pasado tres días sucedió lo mismo, ella miro desde su ventana y critico la sabana sucia de su vecina.
Pasado una semana, ella despertó y miro la misma escena, pero de esta vez dijo:
Gracias a Dios, no hable con la vecina, mas parece que ella aprendió a lavar, pues mira como la sabana se ve limpia y blanca.
El marido le dijo, calmamente:
Querida, es que hoy yo me levante mas temprano y limpie el cristal de nuestra ventana.
Así es, todo depende por la ventana que miramos.
Antes de criticar, vea se hiciste algo para ayudar.
Vea sus propios defectos y limitaciones.
Empiece a mirar más para dentro de su propia casa.
Empecemos a mirar mas, para dentro de nosotros mismos.
Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que
juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. Romanos 2:1
es verdad es que aveces es mas facil ver los errores de los demas que los de nosotros mismos, y gracias a Dios que estoy aprendiendo para no juzgar alas personas y no es facil pero tampoco imposible, y Dios tiene mucha misericordia de nosotros.
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