¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su
palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con
balanza y con pesas los collados? Isaías 40:12
A veces paramos para lamentar nuestros problemas, que tienen apariencia de ser grandes.
Mas cuando leemos este versículo arriba, nos damos cuenta que nuestro problema no es nada delante de la grandeza de nuestro Dios.
Te voy a dar una sugestión:
No digas para DIOS el tamaño de su problema;
Más diga para su problema el tamaño de su DIOS.
Amen Pastor Daniel! Si que nuestro Dios es grandioso!
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