Génesis 32
25 Y cuando el varón vio que no podía con él,
tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob
mientras con él luchaba.
26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré,
si no me bendices.
27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.
28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque
has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Estos versículos nos muestran algo bien interesante.
Jacob era un hombre determinado, pues aun cojo, lastimado, con dolor, el dijo
para el ángel.
-No te dejaré, si no me bendices.
Cuando uno lucha de verdad, uno siente dolor.
Mas con el mismo pensamiento y fe de Jacob, no voy a dejar de luchar hasta
lograr lo que quiero.
Cuando el ángel bendijo a Jacob, él dijo.
porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Sabemos que Jacob lucho con Dios, esto está bien claro en los versículos
anteriores.
Mas él dijo y con los hombres.
¿Quién son estos hombres?
Era el propio Jacob.
Usted sabe, que a veces nuestro mayor enemigo somos nosotros mismos.
Cuando dudamos, lamentamos, no creemos, criticamos, desistimos…
Si usted quiere una respuesta, luche aun que sienta el dolor.
Venza todos sus miedos, dudas, incertidumbres.
Y determine, No te dejaré, si no me bendices.
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