Pero entre vosotros no es así, sino que cualquiera de vosotros que desee llegar a ser grande será vuestro servidor, y cualquiera de vosotros que desee ser el primero será siervo de todos. Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Marcos 10:43-45
Una de las características más notables en la vida de un verdadero cristiano es la humildad.
Porque esta humildad nos hace felices de servir a los demás y no ser servidos por otros.
Si realmente quieres ser genial, el primer paso es servir a cualquier persona, sin importar su puesto, color, raza, clase económica o cualquier otra cosa.
La Biblia deja muy claro que esta fue la actitud del Señor Jesús.
Vino para servir y no para ser servido.
Ahora imagínese a usted, el Dios todopoderoso y soberano sirviendo ayudando, extendiendo la mano y bendiciendo a los que estaban a su lado.
Nuestro Señor Jesús es el ejemplo más grande de un siervo que sanó, liberó, alimentó, lavó los pies, siempre ofreció un hombro amistoso y nunca exigió que nadie viniera a servirle.
En la Biblia hay varios héroes, pero nuestro mejor y más grande ejemplo es el Señor Jesús.
¡Seamos como él!
Siempre humildes, dispuestos a servir, porque de esa manera glorificaremos su nombre y guardaremos nuestra salvación.
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