lunes, 25 de abril de 2022

20 CONSEJOS QUE TODO MARIDO DEBERÍA APRENDER


1. No le grites a tu mujer. (Prov.15:1)

 

2. No utilices términos despectivos, ella puede convertirse en lo que tú le digas. (Génesis 2:19)

 

3. Nunca compares a tu mujer con otra. (2 Cor. 10:12).

 

4. Tu amor conyugal, tu afecto, tus coqueteos, son sólo para ella (Mateo 5:18).

 

5. Nunca descubras su intimidad sexual. (1 Cor. 7:4-5)

 

6. Sé amable y cariñoso con ella (Efesios 4:2)

 

7. No tengas ningún secreto para ella. Ahora son uno, es su propia ayuda (Génesis 2:25)

 

8. Si tienes algo que arreglar hazlo en buenos términos y en la intimidad de tu habitación (Mateo 1:19)

 

9. Sea agradecido con ella, por ser trabajadora con usted, su hogar, negocio o ministerio (1 Tes. 5:18).

 

10. Da las gracias y alaba tu comida. No es fácil cocinar 3 veces al día, 365 días al año (Prov. 31:14).

 

11. Nunca antepongas a los miembros de tu familia a ella. Es tu mujer, es una sola cosa contigo (Génesis 2:24)

 

12. Invierte intencionadamente en su crecimiento espiritual (Efesios 5:26)

 

13. No te olvides de hacer el Altar Familiar, ora con ella, con tus hijos (Santiago 5:16)

 

14. Tómate el tiempo necesario para relajarte, disfrutar de la compañía, jugar y reír (Ecl. 9:9)

 

15. Nunca utilices el dinero para manipularla o controlarla. Todo lo que es tuyo es de ella. Se ha unido a ti por la gracia de Dios. (1 Pedro 3:7)

 

16. Nunca hables mal de ella a los demás, estarás hablando mal de ti mismo también. Sé un escudo alrededor de ella. (Efesios 5:30)

 

17. Honra a tus padres y sé amable con tus familiares. (Cantar de los Cantares 8:2)

 

18. Nunca dejes de decirle lo mucho que le quieres. Hazlo todos los días de su vida. Las mujeres nunca se cansan de ser amadas y de escucharlo. (Efesios 5: 25)

 

19. Nunca le hagas comentarios negativos sobre su cuerpo, eso es fulminante. (Efesios 5:25)

 

20. Y tú, crezca, sé más parecido con Jesús, pues Cristo debe ser tu cabeza, no hay nada que dé más seguridad a una esposa que tener a su lado a alguien que ame a Dios. (1 Cor 11:3)

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