Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío. Salmo 19:14
La pregunta es: ¿Cuáles son las palabras que han salido de tus labios y cuáles son las meditaciones de tu corazón?
Cuántas son las personas que dicen, creo en Dios, pero de sus labios salen palabras que no son agradables al Señor Jesús.
Porque desafortunadamente de sus labios salen palabras de derrota, de desánimo, de maldición, de dudas.
Palabras que no edifican, palabras que traen destrucción a sus vidas.
Este versículo conecta nuestro corazón con nuestros pensamientos, pues deja claro que la meditación del corazón debe ser agradable a Dios Todopoderoso.
¿Y cuáles son los pensamientos que hay en tu corazón?
Debemos tener mucho cuidado, porque la Biblia nos enseña que nuestro corazón es engañoso y de él también salen maldiciones para nuestra vida.
Así que cuida tu corazón, cuida tus labios para que puedas disfrutar de las bendiciones de Dios aquí en la tierra y sobre todo alcanzar la vida eterna.
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