viernes, 24 de junio de 2022

PROCLAMANDO EL EVANGELIO CON UNCIÓN



y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. 1Corintios 2:4-5

 

El apóstol Pablo era alguien muy inteligente ya lo sabemos.

Pero el deja muy claro que su predicación no quería persuadir a la gente con sabiduría humana.

 

De hecho, podría haberlo hecho, porque era un hombre estudiado e inteligente.

Pero la humildad de Pablo superó todo eso.

 

Nos enseña que cuando abría la boca para proclamar la palabra de Dios, se apoyaba en el Espíritu Santo y en el poder del Altísimo.

Nosotros que predicamos la palabra de Dios debemos tomar este ejemplo del apóstol Pablo.

 

Es muy importante tener conocimientos e inteligencia, pero nunca hay que apoyarse en eso.

Debemos apoyarnos en nuestra unción y en la comunión con el Dios todopoderoso.

Reconocer que cuando abrimos la boca para proclamar el evangelio estamos dirigidos al 100% por el poder del Dios soberano.

Predicar sin unción no trae transformación.

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