El Obispo T.D.
Jakes consolando a su hijo espiritual el pastor Steven Furtick de las luchas
del ministerio.
1- Te verás obligado a tomar el dinero del sustento de tu familia para invertir
en la iglesia.
2- Te arriesgarás a aceptar pagos incluso sin saber de dónde vas a conseguir el
dinero.
3- Sacrificarás el tiempo para estar con tu familia para estar en la iglesia.
4- Necesitarás ser fuerte para predicar a los demás que les irá bien cuando
todo te vaya mal.
5- Necesitarás ser fuerte para predicar que Dios resolverá sus problemas cuando
Dios aún no haya resuelto los tuyos.
6- Serás traicionado por la gente que ayudaste.
7- Serás abandonado por las personas que juraron nunca dejarte.
8- Verás que la gente deja de respetarte porque fueron envenenados por otras
personas.
9- Verás gente falsa frente a ti llamándote padre y faltándote el respeto por
detrás.
10- Algunas personas interpretarán mal tu predicación pensando que era
indirecta.
11- Verás gente faltándole el respeto a tu esposa y a tu familia.
12- Verás gente cuestionando el origen de tus bienes, alegando que estás
desviando profundamente la iglesia.
13- Algunas personas cuando dejen la iglesia harán historia sobre ti.
14- Algunas personas que das oportunidades se enfrentarán a tu visión.
15- Algunas personas que entrenaste querrán enfrentarte en reuniones.
16- Algunas personas a las que enseñaste a predicar más tarde querrán comparar
tu predicación con la de ellos.
17- Algunas personas pensarán que estás distraído y que has perdido la
concentración.
18- Algunas personas pensarán que son más espirituales y tienen más
conocimiento que tú.
19- Algunas personas querrán influir negativamente en otras personas con
respecto a tu personalidad.
20- Otros serán desagradecidos y no reconocerán las oportunidades que les
diste.
21- Algunos querrán dividir la iglesia.
22- Algunos te faltarán el respeto, crearán confusión y problemas y aún así te
pondrán como culpable de la historia y a ellos como víctima
- Liderar no es fácil
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