miércoles, 7 de noviembre de 2012

EL MIEDO ES UN PROBLEMA INTERNO



Una noche oscura, un hombre caminó en medio de un bosque cuando de repente cayó.
Lo único que podía hacer era aferrarse a una rama.

Cuando miró hacia abajo, vio solamente oscuridad.

Entonces empezaron los pensamientos catastróficos:
"Voy a caer en ese abismo y yo moriré ... Esta rama no se puede sostener por mucho tiempo y me duele todo ...".


A medida que pasaba el tiempo, la rama se caía, y el hombre cada vez más desesperado, temeroso de caer y morir.

La luz entraba por la mañana, y luego se dio cuenta de que tenía los pies tan sólo 30 centímetros del suelo y que todo su sufrimiento y el miedo había sido infundado.

¿Cuántas veces en nuestras vidas personales no nos encuentran en situaciones similares que nos dejan angustiados sin razón?

A veces una simple llamada telefónica de alguien ya nos llena de angustia.
El jefe nos llama, y ya imaginamos que seremos despedidos. Anticipamos nuestras ansiedades con peligros imaginarios que simplemente no existían.

Eran apenas suposiciones.
Sentimos estos temores cuando no estamos seguros de nuestro valor y de nuestra fe en Dios.

No permita que las frustraciones innecesarias, te lleven a sentimientos de incapacidad.

Trate de arreglar rápidamente, se percibir que su valor está siendo cuestionado.

Recuerde que el camino más corto para alcanzar la autosuficiencia será siempre la verdad.

Se verdadero con sí mismo y con Dios.

...porque nada te va a pasar. Te lo juro por el Señor. I Samuel 20:21

 

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