Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1: 8
Todo ser humano cuando niño sueña con ser un superhéroe, en tener supepoderes.
Y a través de esa palabra Dios deja bien claro que cuando recibimos el Espíritu Santo recibimos poder para nuestra vida.
El Espíritu Santo es el propio Dios habitando dentro de nosotros, y ese Espíritu nos da poder para vencer todas las batallas que enfrentamos.
Sabemos que en este mundo enfrentamos el pecado, las adversidades, los problemas, las tribulaciones, los desiertos y la única forma para poder vencer todo eso y guardar nuestra salvación es tener el Espíritu Santo.
Automáticamente cuando recibimos el Espíritu Santo, pasamos a ser testigos vivos del señor Jesús.
Porque ese es uno de los objetivos de Dios, darnos el Espíritu Santo para que llevemos su palabra a los confines de la tierra, a través de nuestro testimonio y carácter.
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