Bendito es el hombre que confía en el Señor, cuya confianza es el Señor. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente; no temerá cuando venga el calor, y sus hojas estarán verdes; en año de sequía no se angustiará ni cesará de dar fruto. Jeremías 17:7-8 LBLA
Bienaventurado y bendecido el que confía en el Señor.
El que tiene su esperanza en el Dios de Israel.
Necesitamos entender que en este mundo enfrentaremos problemas, dificultades, desiertos, tiempos difíciles, pero la persona cuya esperanza está en el Dios todopoderoso, sabe que al final del túnel hay una luz, una esperanza.
La palabra de Dios hace una comparación muy hermosa.
Compáranos al árbol plantado junto de las aguas, incluso si llega la sequía, incluso si llega el calor, incluso si vienen las dificultades, no hemos perdido nuestra confianza, nuestra esperanza está en el Dios de Israel.
Porque sabemos muy bien que este problema, este momento difícil es solo un momento por el que estamos pasando.
Estamos seguros de que todo esto pasará pronto.
Porque quien nos cuida, quien nos sostiene, nos fortalece, jamás El nos abandonará.
Simplemente pongamos nuestra esperanza y confianza en Él.
No vivimos por lo que vemos, sino por lo que creemos.
Porque es seguro que pasará el momento difícil, y el problema de hoy será el milagro de mañana.
¡Que Dios te bendiga!
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