LA INFINITA MISERICORDIA DE DIOS

 

 

Que las misericordias del Señor jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡grande es tu fidelidad! El Señor es mi porción —dice mi alma— por eso en Él espero. Lamentaciones 3: 22-24 LBLA

 

La Biblia deja muy claro que las misericordias de Dios se renuevan cada mañana.

Ella está mostrando que si no fuera por esta misericordia, estaríamos completamente perdidos, porque todos los días cometemos pecados, fallamos y cometemos errores, pues somos seres humanos imperfectos.

 

Pecamos con pensamientos, con los ojos, sentimientos, palabras, conscientemente y en ocasiones incluso inconscientemente, por eso no somos dignos de nada.

 

El salmista reconoció esto y dijo: ¡Así que esperaré en el Señor! Eso es exactamente lo que debemos hacer, esperar en Dios, no pensar que somos bendecidos porque somos buenos, hermosos y perfectos.

 

Somos bendecidos y vivimos solo por la infinita misericordia de Dios.