En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Juan 7: 37-38
Este pasaje es muy hermoso, Jesús deja bien claro que si alguien tiene sed, vaya a Él y beba
Él sólo puede salvar lo que está perdido, sólo puede saciar la sed de aquel que está sediento.
Pero hay algo muy fuerte en este versículo bíblico.
Él dice, quien cree en mí como dice las Escrituras.
No es como yo quiero o yo pienso, es como DICE LAS ESCRITURAS.
En los días de hoy muchos dicen creer en Dios, pero hablan malas palabras, se prostituye, cree en horóscopo, mienten, en otras palabras creen a su propia manera.
¡Eso no es creer como DICE LA ESCRITURA!
Creer como dice las Escrituras es perdonar, ser humilde, honesto, andar en verdad, en fin vivir una vida en santidad.
Cuando esto sucede desde el interior de esa persona fluye ríos de aguas vivas.
¿Y tú me vas a preguntar, pastor qué sería esos ríos de agua viva?
De nuestro interior va a fluir paz, alegría, ánimo, todos los que estén a nuestro alrededor, van mirar la presencia de Dios en nuestras vidas.
Usted ha escuchado alguna vez alguien decir, usted transmite la paz!
¡Es eso!
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