Y había allí un hombre que hacía
treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo
que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le
respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el
agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. JUAN 5:5-8
Esta historia
es muy interesante porque ella cuenta que las aguas se movían y el primero que
entrara al agua sería curado.
Jesús encontró a un hombre que hacia 38 años estaba esperando un milagro.
Cuando Jesús le preguntó si quería ser sanado, en lugar de responder que sí él comenzó a dar escusas, hablando que nadie lo colocaba en las aguas.
Muchas personas no han tenido éxito en su vida exactamente por eso.
En vez de luchar, esforzarse, creer en el milagro y decir sí YO QUIERO, se quedan dando disculpas.
Muchos dicen yo no logro vencer porque estoy viejo, porque fulano me perjudicó, porque soy pobre, porque no tengo estudios, etc.
Jesús encontró a un hombre que hacia 38 años estaba esperando un milagro.
Cuando Jesús le preguntó si quería ser sanado, en lugar de responder que sí él comenzó a dar escusas, hablando que nadie lo colocaba en las aguas.
Muchas personas no han tenido éxito en su vida exactamente por eso.
En vez de luchar, esforzarse, creer en el milagro y decir sí YO QUIERO, se quedan dando disculpas.
Muchos dicen yo no logro vencer porque estoy viejo, porque fulano me perjudicó, porque soy pobre, porque no tengo estudios, etc.
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