En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti. Salmos 119: 11
¿Qué ha habitado su corazón?
Cuando nos proponemos a guardar la palabra de Dios en nuestro corazón encontramos fuerzas para poder vivir una vida limpia y recta delante de Él.
¿Cuántas son las personas que se debilitan y cometen un pecado, y luego preguntan por qué?
Simplemente porque la palabra de Dios entró por un oído y salió por el otro.
Porque si hubiera guardado la palabra de Dios en su corazón en el momento de la tentación, ella sería fuerte para resistir al pecado.
Mi hermano y mi hermana pida a Dios para que su palabra habite en su corazón.
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