El Señor dice: Maldito aquel que aparta de mí su corazón, que pone su confianza en los hombres y en ellos busca apoyo. Será como la zarza del desierto, que nunca recibe cuidados: que crece entre las piedras,en tierras de sal, donde nadie vive. Pero bendito el hombre que confía en mí,
que pone en mí su esperanza. Será como un árbol plantado a la orilla de un río, que extiende sus raíces hacia la corriente y no teme cuando llegan los calores, pues su follaje está siempre frondoso. En tiempo de sequía no se inquieta, y nunca deja de dar fruto. Jeremías 17:5-8
Podemos dividir estos versículos bíblicos en dos partes.
Aquellos que son bendecidos y aquellos que son maldecidos.
La primera parte son aquellos que son maldecidos es el tipo de persona que pone su confianza en el hombre o sea en el bien material que posee, en su capacidad, en su herencia, en sus negocios, en un político, en un padrino, etc
Quiero dejar claro que es necesario esforzarse, trabajar, calificarse, estudiar, tener un dinero de reserva.
Pero nunca nuestra confianza puede estar en una de esas cosas, pues si así es la Biblia dice que seremos malditos.
La segunda parte son aquellos que son bendecidos.
Son aquellos que ponen toda su confianza en Dios.
Sabemos que tenemos que luchar, trabajar, estudiar, esforzarnos, pero nunca nuestra confianza estará en nuestra capacidad.
Incluso sabiendo que somos capaces nuestra confianza siempre estará en Dios.
Porque sabemos que de Él dependemos.
De esa forma en cualquier circunstancia, dijo la palabra de Dios que seremos bendecidos.
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