En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía. Jueces 21:25
Una de las peores cosas que le puede pasar al liderazgo es perder credibilidad.
Desafortunadamente, eso es lo que hemos visto en los últimos días.
Muchos líderes religiosos se han dejado llevar por el orgullo, la vanidad, la riqueza, el adulterio, la prostitución ...
Luego comenzamos a ver escándalos tras escándalos.
Los líderes religiosos compran mansiones multimillonarias, los pastores engañan a sus esposas y humillan a los miembros de la iglesia es un caos.
Y quienes padecen son las ovejas, porque el liderazgo pierde credibilidad, las ovejas no tienen referencia de pastor.
Hay quienes son más débiles en la fe y escandalizados, otros que dicen que si lo hacen, puedo hacerlo, etc.
Y dentro de la institución de la iglesia, aquellos que están subordinados también comienzan a cometer varios errores, por ver a sus líderes apenas seguir el mismo camino.
Como el versículo dice que no hay rey, no hay líder, por lo que la gente se dispersa.
Lo que tenemos que hacer es orar porque estamos en el fin de los tiempos.
Y
permanecer firmes, guardando nuestra salvación.
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