viernes, 27 de diciembre de 2019

LLAMADOS PARA BENDECIR


¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Santiago 3:11

Mira qué interesante es el ejemplo que nos da la Biblia.
De la fuente sale agua salada o agua dulce.
Es imposible de la misma fuente obtener agua salada y agua dulce.

Nosotros como cristianos somos una fuente de manantial.
Y, por supuesto, brotando aguas del bien, comprenda que no somos solo un simple vaso de agua, somos una fuente.

Significa que dentro de mí debe fluir bendiciones, paz, salud, alegría, saciar la sed de los que me rodean.
Para eso, el Señor Jesús nos llamó.
Para bendecir a los que están a nuestro lado.

Pero desafortunadamente en estos días hemos visto líderes religiosos que dicen ser de Dios.
Usando su autoridad para maldecir a tu prójimo.

Mi pregunta es:
"¿Estas personas realmente y verdaderamente pertenecen a Dios?"

Porque a través de este versículo entendemos que de la misma fuente no pueden fluir bendiciones y maldiciones.

Dios no nos trajo aquí para maldecir, pero Dios nos trajo para bendecir.
Medita en esa palabra y saca tus propias conclusiones.

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