Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, el Señor me recogerá. Salmo 27:10 LBLA
A menudo hemos oído hablar del amor de una madre.
Yo pastor Daniel Santos puedo decir esto por experiencia.
Estoy absolutamente seguro de que mi madre podría dar su vida por mí.
Y en estos largos años de ministerio, ¿cuántas veces hemos visto a madres llorando, luchando desesperadamente con toda su fe y todo su amor por sus hijos?
Hijos ese dígase de paso, a menudo perdidos en drogas, prostitución, bandidos, etc.
Pero, para esa madre, es tu hijo amado.
Es muy difícil o prácticamente imposible que una madre rechace a su hijo.
Pero incluso si eso sucede, incluso si el padre, incluso si la madre rechaza a su hijo, la Biblia nos dice a través de este versículo que nuestro Dios todopoderoso nunca nos abandonará.
Pueblo de Dios se aferra a ese versículo.
Quizás en ese momento te encuentres rechazado por todo y por todos.
¡Pero escucha lo que dice la palabra de Dios!
Ella dice que Dios te recoge, Dios te ama, Dios te da la bienvenida y te toma en sus brazos.
Solo cree y entrégate a Él de cuerpo, alma y espíritu.
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