En las muchas palabras, la transgresión es inevitable,
mas el que refrena sus labios es prudente. Proverbios 10:19 LBLA
La palabra de Dios nos enseña que uno de los requisitos para ser sabios es aprender a controlar nuestro lengua.
Santiago ya nos advierte que así como una chispa enciende un bosque, el lenguaje puede poner todo a perder en nuestra vida. (Santiago 3: 5)
Hay un dicho que dice:
- Nunca pierdas la oportunidad de guardar silencio.
Cuántas personas se meten en problemas, destruyen amistades, los matrimonios se destruyen porque no saben guardar silencio.
¡Habla más de lo necesario!
La palabra de Dios a través del sabio rey Salomón nos está guiando.
Controla tus palabras, porque cuando hablamos demasiado también pecamos demasiado.
Mi consejo es que piense detenidamente antes de hablar, y si no está seguro de qué decir, guarde silencio.
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