Entonces Samuel habló a toda la casa de Israel: «Si es que ustedes se vuelven al Señor con todo su corazón, entonces quiten de entre ustedes los dioses extranjeros y a Astarot, y dirijan su corazón al Señor, y sírvanle solo a Él; y Él los librará de la mano de los filisteos». 1 Samuel 7:3
Samuel habla al pueblo de una conversión verdadera y de todo corazón.
Pide al pueblo que deje a un lado la idolatría, abandone sus pecados y se entregue verdaderamente a los pies del Salvador.
Ocurre algo muy hermoso e interesante cuando pide a la gente que prepare su corazón.
En otras palabras, limpia tu corazón, deja a un lado el odio, el resentimiento, la amargura, el ego, la arrogancia y sírvele sólo a Él.
Cuando decidimos servir sólo al Dios verdadero con todo nuestro corazón, su poder se manifiesta inmediatamente en nuestras vidas.
Así como en tiempos de Samuel Dios los libró de la mano de los filisteos, hoy Dios quiere librarnos de la mano de nuestro enemigo.