He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. Isaías 59:1-2
La pregunta es:
¿Será que la mano de Dios está encogida y ya no puede salvar?
¿Dios está sordo y ya no puede oír nuestras oraciones?
¡Claro que no!
¿Entonces por qué hay personas que aún creyendo en Dios sigue bajo el sufrimiento el dolor y la angustia?
Sabemos nosotros que Dios tiene poder para sanar, liberar, prosperar y salvar.
¿Y por qué no lo ha hecho en la vida de muchas personas?
No podemos generalizar, pero desafortunadamente, Dios no ha salvado ni respondido la oración de muchas personas porque esa misma persona que dice que creer en Dios con sus labios, hacen sus oraciones, frecuentan una iglesia ...
Esta misma persona ha negado a Dios con sus actitudes.
Pues aún orando, yendo la iglesia, siendo un religioso, ella sigue mintiendo, guardando odio en su corazón, envidiando a su hermano, prostituyéndose, viendo pornografía y tantas otras cosas que no agradan a Dios.
Y esas actitudes hacen que Dios no responda la oración de esa persona.
Lamentablemente no responde a sus anhelos.
¡Pero no todo está perdido!
Si usted se encuentra en esta situación, hoy mismo usted puede tomar una decisión que va cambiar su vida por completo.
Deja el pecado y todo lo que no agrada a Dios.
Pasa a obedecer su palabra, hacer su voluntad y con certeza esa situación va a cambiar.
El milagro va a suceder y la salvación llegará hasta su vida.
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