No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. Mateo 7:1-2 RVR
En este mundo hay una ley fija.
La ley del retorno.
Todo lo que se va regresa, todo lo que siembras cosechas y todo lo que sube baja.
Esta ley es de Dios, de los hombres y de la física.
Si siempre miras a las personas con ojos de justicia, de la misma forma usted será juzgado y condenado.
Por todo lo que midas, también serás medido.
Si sigues cobrando a tu hermano por la perfección, Dios también te cobrará por la perfección.
Si hay algo en lo que realmente creo, es la misericordia de Dios.
Es por eso que también trato de ser misericordioso con los demás, trato siempre de mirar con buenos ojos.
Aunque para este mundo puedo ser considerado tonto.
¡No importa!
Si soy misericordioso y trato de tener buenos ojos hacia los demás, sé que siempre encontraré la misericordia de Dios en mi vida.
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