Pero, ¿estás dispuesto a admitir, oh hombre vano, que la fe sin obras es estéril? Santiago 2:20 LBLA
Nuestra relación con Dios no puede hacerse solo con palabras.
Decir en palabras pasajeras no convence a nadie.
Es como ese joven que está saliendo con una chica y le dice todos los días que la ama, pero cuando la niña habla sobre el matrimonio, compromiso, dice que aún no ha llegado el momento.
Significa que lo que dice son meras palabras, que no convence ni a la niña ni a nadie.
Lo mismo es cierto de nuestro Dios.
No es suficiente decir que crees en él, que tienes fe, tienes que mostrarle a través de tus actitudes, tu creencia en este Dios vivo y poderoso.
Haz que tu fe se materialice.
Tal vez me preguntes más, ¿cómo puedo hacer este pastor?
Materializamos nuestra fe cuando oramos, ayunamos, cuando vamos a la iglesia, cuando anunciamos su palabra, cuando devolvemos nuestros diezmos, cuando damos nuestras ofrendas, cuando abandonamos el pecado, dejamos de lado la hipocresía ...
Todas estas son formas de manifestar nuestra fe y demostrarle que nuestra creencia no es solo en palabras sino en hechos y en verdad.
Ponlo todo en práctica y verás que tu vida se transformará y lo más importante, tu nombre estará escrito en el libro de la vida.
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