Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. Filipenses 3:7 LBLA
Una enseñanza muy simple pero muy poderosa.
Sólo los que han nacido de verdad y verdaderamente de Dios pondrán en práctica esta enseñanza.
Hay muchas circunstancias en esta vida que serían muy buenas para nuestra carne o para nosotros mismos, pero cuando ponemos en la balanza la fe y la espiritualidad nos damos cuenta de que no agrada a Dios y por eso renunciamos.
Daré algunos ejemplos para que la enseñanza sea mucho más clara.
Esta semana estaba trabajando y uno de mis clientes me pagó como 1000 dólares de más, le dije que estaba mal que pagara por un coche en el que no había hecho el trabajo.
Quizás a los ojos de mucha gente dirán pero perdiste una gran oportunidad.
Voy a responder:
Sí, perdí una gran oportunidad de que mi alma se fuera al infierno porque estaría engañando a otra persona.
Y eso ciertamente no se vería bien a los ojos de Dios.
Así que piensa en ello, porque muchas veces es más fácil decir una mentira que la verdad, es más fácil robar que trabajar, es más fácil engañar que ser fiel y muchos otros ejemplos.
No lo olvides, hemos nacido de Dios, negamos nuestra voluntad para agradar a nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Lo que era ganancia lo tenemos por pérdida por nuestro bien mayor, que es la salvación eterna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario