El águila es el ave de mayor longevidad de la especie.
Llega a vivir 70 años, pero, para llegar a esa edad, deberá tomar una seria
decisión.
A los 40 años, sus uñas están apretadas y flexibles, sin conseguir tomar las
presas de las cuales se alimenta.
Su pico, largo y puntiagudo se curva, apuntando contra su pecho.
Sus alas están envejecidas y pesadas y sus plumas, gruesas.
Volar se hace tan difícil…
Entonces el águila tiene solamente dos opciones:
morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación, que dura 150 días.
Este proceso consiste en volar a lo alto de una montaña y quedarse allí en un
nido cercano a un paredón, en donde no tenga necesidad de volar.
Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear su pico en la
pared, hasta conseguir arrancárselo.
Después de arrancarlo, debe esperar el crecimiento de uno nuevo, con el que
desprenderá una a una sus uñas.
Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, empezará a desprender, sus plumas
viejas.
Después de cinco meses, sale para el famoso vuelo de renovación y para vivir
los siguientes 30 años.
En Nuestras vidas, Muchas veces, tenemos que proteger por un tiempo y comenzar
un proceso de renovación.
Para seguir volando un vuelo de victoria, debemos dejar de lado los recuerdos,
costumbres y otras tradiciones que nos han causado dolor.
Sólo liberados de cargas pasadas, se puede disfrutar del resultado valioso que
siempre trae una renovación.
miércoles, 6 de junio de 2012
LA RENOVACIÓN DEL ÁGUILA
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