DIOS NO QUIERE SU SUFRIMIENTO

Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. Mateo 8: 2-3

Esta historia muestra el poder de la fe.
Aquel hombre era leproso y por lo tanto no podía acercarse al Señor Jesús.
Según la ley se alguien descubriera que el era leproso podría ser apedreado y muerto.

Pero cuando la persona vive por la fe no tiene miedo.
Él arriesgó su propia vida a cambio de un milagro.
Este relato quita muchas dudas que nosotros cristianos tenemos.

A veces hay gente que dice que el sufrimiento que está pasando es la voluntad de Dios.
Y a través de ese relato Dios deja bien claro que él no se alegra con nuestro sufrimiento.

Porque el leproso le preguntó a El,  si quieres puede purificarme.
En otras palabras, sé que puedes, sólo no estoy seguro si quieres.
Jesús podría responder, no quiero es su karma, es su destino, es su cruz como muchos dicen.
Pero Jesús respondió, quiero ser limpio.

Entonces, crea mi amigo y mi amiga.

Él quiere que usted tenga salud, Él quiere que usted tenga paz, Él quiere que su matrimonio sea bendecido, Él quiere que usted tenga la vida eterna.