Yo dije en mi corazón: al justo como al impío juzgará Dios,
porque hay un tiempo para cada cosa y para cada obra. Eclesiastés 3:17
En este mundo Dios nos da total libertad para que podamos plantar lo que queramos.
En otras palabras, la semilla que va a caer sobre la tierra somos nosotros los que elegimos.
Ahora entienda la plantación elegimos nosotros, la cosecha es obligatoria.
No eliges, solo cosechas lo que siembras.
La palabra de Dios está enseñando que Dios juzgará a los justos y a los malvados.
Todo a su debido tiempo y cada trabajo que hagas será juzgado.
Te haré una pregunta:
Sabiendo eso, ¿estás feliz o preocupado?
Si has plantado buenas semillas, si has hecho buenas obras, alégrate de que llegará tu recompensa.
Si ya has estado plantando malas semillas, hay tiempo de arrepentirte, cambia tu siembra y seguro que llegará la cosecha.
Que Dios te bendiga
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