miércoles, 18 de julio de 2012

LA SERPIENTE Y LA LUCIÉRNAGA



Cuenta la leyenda, que una vez, una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga.
Ésta huía rápido y con miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir.

Huyó un día y ella no desistía, dos días y nada.
En el tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y dijo a la serpiente:

- Puedo hacerte tres preguntas?
- No acostumbro dar este precedente a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar.
- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
- No.
- ¿Yo te hice algún mal?
- No.
- Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?

- Porque no soporto verte brillar.

Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos:
¿Por qué me pasa esto, si yo no he hecho nada malo, ni daño a nadie?


Sencillo es de responder...
¡Porque no soportan verte brillar!

...
Cuando esto pase, no dejes de brillar, continúa siendo tú mismo, continúa y sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor.
No permitas que te lastimen, no permitas que te hieran, sigue brillando y no podrán tocarte... 

Porque tu luz seguirá intacta.

Tu esencia permanecerá, pase lo que pase...


Se siempre auténtico, aunque tu luz moleste a los predadores.

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