Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas…
Eclesiastés 9:10
Un granjero pidió cierta vez a un sabio que le ayudara a mejorar la productividad de su granja, que estaba presentando un bajo rendimiento.
El sabio escribió algo en un pedazo de papel, colocó en una caja, cerró y entregó al granjero, diciendo:
- Lleve esta caja por todos los lados de la granja, tres veces al día, durante un año.
Así lo hizo el granjero.
Por la mañana, al ir al campo sosteniendo la caja, encontró a un empleado durmiendo, cuando debería estar trabajando.
Un granjero pidió cierta vez a un sabio que le ayudara a mejorar la productividad de su granja, que estaba presentando un bajo rendimiento.
El sabio escribió algo en un pedazo de papel, colocó en una caja, cerró y entregó al granjero, diciendo:
- Lleve esta caja por todos los lados de la granja, tres veces al día, durante un año.
Así lo hizo el granjero.
Por la mañana, al ir al campo sosteniendo la caja, encontró a un empleado durmiendo, cuando debería estar trabajando.
Lo despertó y llamó su atención.
Al mediodía, cuando fue al establo, dio con el ganado sucio y los caballos sin alimentación.
Y por la noche, al ir a la cocina con la caja, notó que el cocinero estaba perdiendo los alimentos.
A partir de ahí, todos los días al recorrer la granja de un lado a otro con su "amuleto", encontraba cosas que debían ser corregidas.
Al final del año, el granjero volvió a encontrarse con el sabio y dijo:
- Deja esta caja conmigo por un año más, por favor.
El rendimiento de mi granja ha mejorado desde que estoy con este "amuleto".
El sabio se rió y, abriendo la caja, dijo:
- Pues usted puede tener este "amuleto" por el resto de su vida.
En el papel estaba escrita la siguiente frase:
Al mediodía, cuando fue al establo, dio con el ganado sucio y los caballos sin alimentación.
Y por la noche, al ir a la cocina con la caja, notó que el cocinero estaba perdiendo los alimentos.
A partir de ahí, todos los días al recorrer la granja de un lado a otro con su "amuleto", encontraba cosas que debían ser corregidas.
Al final del año, el granjero volvió a encontrarse con el sabio y dijo:
- Deja esta caja conmigo por un año más, por favor.
El rendimiento de mi granja ha mejorado desde que estoy con este "amuleto".
El sabio se rió y, abriendo la caja, dijo:
- Pues usted puede tener este "amuleto" por el resto de su vida.
En el papel estaba escrita la siguiente frase:
"SI QUIERES QUE LAS COSAS MEJOREN, ACOMPAÑAS DE CERCA".
Entradas
.png "English"){kind=small}
No hay comentarios:
Publicar un comentario