¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el
hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de
ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable al Señor? ¿No es más bien el
ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de
opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es
que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa;
que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? Entonces
nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu
justicia delante de ti, y la gloria del Señor será tu retaguardia. Entonces
invocarás, y te oirá El Señor; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de
en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; y si dieres tu
pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz,
y tu oscuridad será como el mediodía. El Señor te pastoreará siempre, y en las
sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de
riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. ISAÍAS 58:5-11
¿Cuál fue el
ayuno escogido por Dios?
Él deja bien claro, Él desea que se destruya la injusticia y la impiedad.
Que deje la opresión, que vayamos a repartir el pan.
Es decir, ayudar al que necesita.
Él deja bien claro, Él desea que se destruya la injusticia y la impiedad.
Que deje la opresión, que vayamos a repartir el pan.
Es decir, ayudar al que necesita.
No haga vista gorda del sufrimiento ajeno, ayude al necesitado
Si hacemos eso nuestra luz va a brillar, la sanidad va a llegar.
Él hará justicia en nuestras vidas.
La gloria de Dios brillará en nosotros.
Clamando a Él ciertamente responderá.
Él te guiara continuamente, todos los días.
Hasta en las tinieblas nuestra luz brillará.
Resumiendo, cuando hacemos el bien al prójimo, nos estamos bendiciendo a nosotros mismos.
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