Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. Salmos 37:25 RVR1960
Cuántas experiencias hermosas, cuántas peleas enfrentó y ganó el rey David, tuvo una historia de vida increíble y a través de este versículo muestra la grandeza y el poder de Dios.
Pues imagínate a ti una persona que salió de la nada y se convirtió en uno de los más grandes reyes de Israel, cuántas cosas interesantes vivió en esta vida.
E incluso después de haber tenido tantas experiencias, dice que el Dios en el que cree no abandona a los justos, fieles y obedientes a su palabra.
Mi mensaje es para ti que hoy puedes encontrarte enfrentando un gran problema en tu vida, y algunas veces se te pasa por la cabeza que Dios se olvidó de ti, que Dios te abandonó.
¡No!
¡Dios no te ha olvidado!
Él no te ha abandonado, permanece firmemente fiel a Él, obediente a su palabra,
haciendo tu voluntad, cree que llegará tu tiempo, grandes cosas que Dios hará y
Su nombre será exaltado, magnificado a lo largo de tu vida.
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