viernes, 24 de agosto de 2012

La respuesta del chofer



Los maestros y los profesionales que logran el éxito en sus profesiones, a menudo hacen conferencias a audiencias compuestas por personas generalmente de la misma área de su profesión.

Es curioso observar que la misma conferencia asistida por audiencias distintas, las preguntas de los oyentes son muy similares.
Así que un brillante economista recogía todo el país, siempre pronunciando la misma conferencia sobre "inflación".

El hombre tenía un chofer leal que, casualmente, era muy parecido físicamente con él.
Los dos siempre iban juntos a todas partes.
Sin tener que hacer durante esas dos horas de conferencia, el chofer se juntaba a los oyentes, sentando siempre en la primera fila, escuchando atentamente, como si fuera también un economista.

Tantas veces escuchando las mismas palabras y preguntas de la audiencia, que un día se atrevió a decir al maestro que él era capaz de hacer la misma conferencia.
El maestro, que ya estaba cansado de repetir el mismo tema, se puso de pie escuchando el chofer, y observó con sorpresa que el hombre lo sabía todo.

Él hizo todas las preguntas habituales de la audiencia y el chofer, con la misma fluidez, respondió a todas sin pestañear.
Convencido de que había logrado un buen doblador, el profesor comenzó a utilizar, desde entonces, se turnaban.
Un día, uno daba la conferencia y el otro se sentaba en la primera fila, como el chofer, el otro día ellos cambiaban.

Los dos se divirtieron con la situación y todo iba muy bien hasta que una conferencia dada por el chofer, alguien se puso de pie e hizo una pregunta que nadie había hecho antes.
El conductor pobre se quedó helado.
La pregunta fue directa, clara e inteligente, pero que nunca había oído el profesor responder a esta pregunta.
Hubo un profundo silencio en el auditorio mientras todos esperaban la respuesta del profesor emérito.

- Bueno - comenzó el chofer apenado - ¡Esta pregunta que usted me hace, es tan fácil de responder, que voy a dejar mi chofer, que está sentado aquí en primera fila, el te va responder!

¡Chofer, por favor, ven acá al micrófono y me conteste esta pregunta!

Siempre existe el día en que lo oculto se revela.
Nadie puede sostener una farsa, por más elaborada que sea, nada se esconde de ojos de Dios.

Fue Jesús quien dijo:
¿No hay nada oculto que no sea revelado?

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