Napoleón Bonaparte fue, sin duda, uno de los mayores líderes que el mundo ha conocido.
Una vez, su ejército se estaba preparando para una de sus mayores batallas.
Las fuerzas adversarias tenían un contingente tres veces mas grande que las tropas de Napoleón, además de un equipamiento muy superior.
Napoleón avisó a los generales de que iba también a la delantera de batalla y ellos trataron de convencerlo para cambiar de idea:
- Comandante, usted es el imperio.
Si morir, el imperio dejará de existir.
La batalla será muy difícil.
Deje que cuidamos de todo.
Por favor, quédate.
Confía en nosotros.
Todo en vano, nada hizo que Napoleón cambiar de idea.
En el medio de la noche, el general Junot, uno de sus brillantes auxiliares y también amigo, lo buscó y, de nuevo, intentó mostrar el peligro de que el emperador vaya al frente de batalla.
Napoleón lo miró con firmeza y dijo:
- No hay manera, voy.
- Pero, ¿por qué, comandante?
Y Napoleón respondió:
- Es más fácil jalar que empujar.
Servir de ejemplo no es la mejor forma de enseñar; es la única forma de enseñar!
Recordando que nuestro mayor maestro NUESTRO SEÑOR JESÚS, fue nuestro ejemplo más grande.
-Ejemplo de entrega
-Ejemplo de humildad
-Ejemplo de amor
-Ejemplo de obediencia
-Ejemplo, ejemplo y ejemplo
Que nosotros también seamos ejemplo, para todos aquellos que se encuentran a nuestro alrededor.
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
-Ejemplo de humildad
-Ejemplo de amor
-Ejemplo de obediencia
-Ejemplo, ejemplo y ejemplo
Que nosotros también seamos ejemplo, para todos aquellos que se encuentran a nuestro alrededor.
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
Juan 13:15
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